Cuando el chamán interior mira atraves de nuestros ojos es capaz de ver el aspecto que tienen los demás y también lo que ocurre dentro de ellos a niveles más sutiles. Por ejemplo, es posible que veas a una persona que, a pesar de tener un aspecto externo de lo más normal, parezca llevar el peso del mundo sobre los hombros. Tal vez te encuentres con alguien de apariencia alegre, y sin embargo veas o sientas que hay una gran tristeza en su interior. O con alguien que parece seguro de sí mismo pero que en realidad esta e guardia y a la defensiva. ¿Cómo sabes esas cosas? Eso es más difícil de explicar.
El chamán interior simplemente lo sabe, pero también puede ser que haya pistas. Quizá captes una oscuridad en su pecho o sobre los hombros, leas la incertidumbre en sus ojos o bien simplemente te conectes con esa persona y notes, por lo que empiezas a sentir al escucharla o a pasar tiempo con ella, que algo no va bien. Tal vez recibas instantáneas en tu mente o sepas algo de esa persona que aparentemente no hay manera de que puedas saber.
Quizá por ejemplo veas, captes o sientas que fue víctima del maltrato físico siendo niña o que ha pasado por un proceso de adicción al alcohol o un trastorno alimenticio.
A nivel distinto, puede que percibas que alguien no va a vivir mucho tiempo, aunque parezca estar totalmente sano. Tal vez captes que padece alguna dolencia física aunque él no tenga conocimiento de ella.
Es importante que comprendas que no debes sentirte obligado a saber con precisión cual es el problema de salud ni que siempre es lo más conveniente comunicar lo que percibes. Puede entenderse como una intromisión o considerarse inapropiado, pues quizás no tengas con esa persona el tipo de relación que podría hacer que contarlo fuera de utilidad.
Puede que el chamán interior sepa muchas cosas que tendrás que guardarte para ti. Si no quieres asumir la responsabilidad de recibir esta clase de información, tal vez debes plantearte si quieres trabajar con él. O también puedes pedirle que se guarde esa información para el en lugar de confiártela. Claro está que el chamán interior puede no responderte cómo quieres, porque él sabe lo que necesitas, y a veces le dará igual lo que desees.
Si ya eres sanador o te estas formando para serlo, lo que el chamán interior vea o capte en otras personas puede serte muy valioso. Tienes la posibilidad de dialogar con él y pedirle aclaraciones o información más específica sobre lo que has percibido. También puedes recibir instrucciones suyas sobre que decir y como decirlo, y sobre con que ser muy cauteloso.
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