Los chamanes son personas con una sabiduría que va más allá del mundo físico al que estamos acostumbrados la mayoría de las personas. Se les puede considerar "hombres-puente" entre la Realidad Ordinaria (en adelante la llamaré "RO", que es la realidad que percibimos habitualmente con nuestros 5 sentidos), y la Realidad No-Ordinaria (en adelante la llamaré "RNO", siendo esta realidad tan real como la que vemos con nuestros ojos, sólo que aquí percibimos energías. Seres que nos acompañan, tales como los ángeles o los guías espirituales, etc...). De esta forma, el chamán al ver una flor, no sólo percibe un tallo con sus hojas y sus pétalos, sino que puede ver a todo un espíritu que habita en su interior, es decir, dentro de cada ser.
Para el chamán, todo lo que existe está vivo, es igual un animal que una roca, un río o el viento que sopla... Todo tiene un espíritu y está sujeto a fuerzas que se relacionan entre sí. Todos estamos conectados como si de una red se tratase y las energías están presentes en todo ser y en toda intención de nuestro comportamiento.
¿Cuál es la misión del chamán?
El chamán puede adentrarse según su voluntad desde la RO a la RNO, y así, su misión es ayudar a los demás. Hay 2 maneras de hacer esto:
1. Puesto que el cáhamán cambia las energías que se mueven a nuestro alrededor, percibe si hay algo negativo dentro de nosotros, y nos ayuda a expulsar lo malo para volver a llenarnos de fuerza y vitalidad. El chamán es por lo tanto, podríamos decir, un "médico del alma".
2. Por otra parte, el chamán siempre busca y está abierto a compartir su conocimiento con un discípulo o persona que esté en el camino de la iluminación. Por este motivo, su sabiduría la traspasan los ancianos chamanes hacia los jóvenes aspirantes. Siempre el trabajo es práctico y ciertamente difícil, pero entonces, el nuevo chamán se da cuenta de que una vez conoce la verdad del mundo que nos rodea, poco valor tienen las posesiones materiales. En otras palabras, un chamán percibe más belleza en una pradera plagada de los espíritus de plantas, flores, agua y viento, que en una mansión de las más caras que nos podamos imaginar. Pues la verdadera belleza está en la Realidad No ordinaria, y es ahí donde podemos cambiar nuestras vidas físicas para mejorarlas e incluso sanarlas.
Según los Chamanes, cada uno de nosotros tiene un espíritu de poder que nos acompaña y nos da fuerza y vitalidad (siempre tiene forma de animal, y por ello se denomina "Animal de Poder"). A ese espíritu hay que cuidarle para que no nos abandone, y así, si vemos una persona que tiene suerte en la vida, que es alegre, dulce y luz propia, sabemos que su Animal de Poder está presente y le cuida y acompaña. Sin embargo, una persona depresiva, descorazonada, triste y de tez pálida, normalmente sabe que su Animal de Poder le ha abandonado y el Chamán puede ayudar a recuperarlo. Y así, la persona estará más fuerte y vital y le acompañará la alegría, las ganas de vivir y también será más inmune a enfermar o caer en depresiones.
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