San Miguel Arcángel, reconocido en la mayoría de las religiones por su virtud sagrada para salvar al mundo de la oscuridad, representa por ello la fe universal; no se trata de una luz exclusiva de una religión sino de un principio y fuerza cósmica universal y omnipresente. No obsta que los textos sagrados lo hayan descrito como una luz de Dios para identificar su labor en la tierra, tampoco que se le represente como un ángel guerrero para dudar de su capacidad de incidir en la vida de las personas; San Miguel Arcángel nunca fue un ser humano, no fue un hombre, no es un santo, por lo que nunca ha sido manchado por las limitaciones de todo ser mortal, como sí lo fueron todos aquéllos que han recibido categorías de santidad o canon vía aprobación religiosa. De ahí que acudir a él es dirigirse al origen, motivo y fin del orden universal.
¿Quién como Dios?, significado etimológico de su nombre, hace alusión a su infinito alcance e influencia en el orden del planeta, por referirnos sólo a nuestro hogar. San Miguel Arcángel es representado ante nosotros como un ser celestial dotado principalmente de elementos cuyo significado es importante conocer: la espada, el escudo y la templanza o balanza.
La espada representa la capacidad de defender, anular, diluir y destruir las conductas humanas inducidas por el demonio; representa la batalla contra el mal, misma que siempre precede a una victoria. La espada de San Miguel Arcángel puede ser otorgada a quien, por reunir cualidades como la integridad y la honorabilidad, adquiere el firme compromiso de utilizarla en beneficio de la humanidad.
El escudo simboliza la protección contra las adversidades, manifestadas en innumerables formas y circunstancias; es un firme bloque que rechaza todo ataque del adversario a la vez que deslumbra a todo aquel que pueda ser utilizado por la oscuridad, pues está bañado con la luz del Sol, que es el astro regente del arcángel. De ahí que al escudo se le represente iluminado por el Sol o con matices dorados.
La templanza, generalmente ilustrada a través de una balanza, representa la capacidad de mantener la calma y el equilibrio, para así llegar a un amor sagrado y divino.
Otro elemento que debe tenerse presente es el Sol mismo, siempre presente en representaciones de San Miguel Arcángel, pues dicho astro funciona como una fuente de energía y comunicación divina que puede, en efecto, comunicarse con quien así lo desea.
El Chamanismo, al igual que las religiones del mundo, tiene fe y confianza en el nivel supremo espiritual del Arcángel San Miguel, como guerrero espiritual implacable; concepto que en el Chamanismo se considera como una lucha personal interior en la que se debe enfrentar a los propios demonios de naturaleza humana, como los pecados capitales. El guerrero espiritual es un concepto espiritual que la chamana de México, Anna de la Tierra, ha difundido en sus diversas conferencias, también lo ha plasmado de forma excepcional en su obra literaria espiritual “De la oscuridad a la luz”.
Redacción: Emmanuel González
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